Aquí tenemos el último trabajo de DreamWorks Animation, el cual ofrece un nivel de calidad, tanto en el guión como en la historia, pocas veces visto en este estudio, solo superado por la imprescindible primera entrega de Shrek.

La historia nos introducirá en un ficticia era vikinga, más concretamente en una aldea que tiene que vivir bajo la constante opresión de los ataques de dragones. Pero un joven muchacho, lejos de querer matarlos, como se lleva haciendo ancestralmente, se hará amigo de uno y compartirán una gran aventura.

La verdad es que se hace difícil encontrar ningún punto negativo a este film, salvo que carece de algún momento realmente antológico, por lo demás, esta película es sencillamente redonda, la duración es perfecta, el tono de la trama esta muy bien, siendo completamente disfrutadle por todo tipo de publico, además el diseños de todos los dragones esta muy bien conseguido. Mención a parte se merece la apabullante calidad de la animación, la cual tiene momentos de belleza sobrecogedora.

En cuanto a uso del 3D, este se queda a medio camino entre innecesario e imprescindible, esta bien utilizado, pero en ningún momento busca forzar las escenas para dicho formato, lo cual me parece un gran acierto, aunque lo que es evidente es que con cualquier comparación con Avatar saldrá perdiendo.

En definitiva, estamos ante un producto extremadamente recomendable, que se tiene que disfrutar en la gran pantalla, yo seguramente repetiré, ya que el coste de la entrada bien lo vale.

Nota: 8,75/10