Por fin he podido ver la última película del estudio Bones, responsable de grandes series como Cowboy Bebop o Fullmetal Alchemist. Y realmente es disfrutado mucho, una buena película de anime de samuráis, aunque el argumento se desarrolla por los típicos de este género, el buen desarrollo de los personajes y las grandes animaciones, en momentos excelentes, hacen de este film un gran entretenimiento.

En cuanto a la trama, como ya dije, no es nada del otro mundo. Un niño, Kotaro, que se escapa de sus futuros captores, se topa con un samurai vagabundo, Nanashi, y lo convence para que le haga de guardaespaldas. Los captores, los Ming (así denominaban los Japoneses a los Chinos en aquella época), persiguen al niño para utilizarlo en un ritual que le daría la vida eterna a su Emperador. Entre ellos se encuentra Rarou, un extraño y habilidoso espadachín de ojos azules y pelo rubio que lo único que ansía es luchar contra alguien de su nivel.

Para acabar, destacare dos aspectos más de la película, el primero, y muy importante, la música orquestal, simplemente excelente, es de esas que te hacen revisionar la película solo para escucharla otra vez. Y lo segundo, el combate final, simplemente soberbio.

En fin, una film que todo amante del género de samuráis no se puede perder, a demás de todos los nostálgicos, entre los que me incluyo, de Rurouni Kenshin.

Nota: 8/10